Fin de semana

Sábado, nuevo día en el que madrugamos para orar y ponernos en acción. De nuevo nos ha visitado Gloria, nuestra hermana mayor (misionera de otra congregación). Ella sabe de todo y lo mejor es que quiere esta cultura y a esta gente y nos ayuda a quererlos.

Hoy la lección ha sido un poco más difícil. Se acabó el buen coche, hemos bajado al nivel de la dente sencilla, la que usa los medios públicos buenos, los que van en auto (se dice oto) es ese motocarro amarillo que venía en las fotos.

Éramos 5, cada una 10 rupias. Ahí entendimos cómo sabe la gente ajustarse al poco espacio disponible y el chófer no se enfada, pues saca 10 rupias por alma en pena. Porque eso si, entre los hierros para que te agarres o te sientes, según el número, los baches de la carretera y las idas y venidas de unos y otros a punto de llevarte un cacho de lo que sobresaliera, nos hemos aprendido bien nuestra geografía corporal: todos los huesos nos dolían.

Al llegar a Khammam nos hemos comprado teléfonos móviles que   tendremos activos para el lunes. Vemos que las hermanas también lo usan porque en todo momento podemos estar comunicadas y eso es muy importante aquí .

Una tienda elegante

Después exponiendo la vida a cualquier embestida, hemos cruzado la calle para seguir con nuestras compras domésticas. Hoy tocaba baldes -lavadora, cubos-ducha, jarrita-alcachofa,... Y por supuesto escobas para barrer... y todo eso caminando entre la multitud.

Por mirar, ya tenemos mirados hasta los colchones . Hay que ir poco a poco mirando la calidad, que los objetos no estén rotos o estropeados y luego miramos los tamaños y los colores. Nos acordamos mucho de Luisa (la hermana que llegará más adelante), pues tenemos claro y pensamos en clave de cuatro.

Tras las compras llegaba lo más difícil: si antes vinimos con tanta dificultad ¿Cómo volveríamos ahora con toda la compra? Esos oto se parecen a los burros, caben por todos los sitios y valen para todo. Así comenzó la lección: todo se puede si se quiere. Pusimos las compras detrás (bueno las que pudimos) porque aún nos quedaban los escobones,  que nos asemejaban a D. Quijote, el cubo  para la basura  que nos ayudaba a mantener el equilibrio y Carmen delante a quien el chófer galantemente le ofreció su espalda para que pasara el brazo y se sujetara cosa que hizo tan ricamente. Tenéis que ejercitar un poco la imaginación y ver a Ilu, Mª Paz, Angelines y Gloria sentadas en algo más de un metro. Al final llegamos a casa con todo y en otro oto llegó solita la nevera.



En el oto

Descansamos un poco y bajamos a cenar. El Sr Obispo nos estuvo dando lecciones de telugu y parece que va a hablar con una religiosa  para que nos venga a enseñar telugu un dia a la semana. No es tan difícil y antes de que venga ya nos hemos puesto a aprender con los sacerdotes jóvenes  que .hay en la casa.

Hasta que no aprendamos telugu no podemos ir a las Parroquias, así que estamos muy motivadas.

Ya vamos experimentando cómo se siente la vida misionera,

El domingo hemos descansado un poco más, hemos participado en la  Eucaristía del Santuario a las 11. Antes hemos recorrido la finca y disfrutado con la belleza de la Catedral que están construyendo. Tiene un estilo de iglesia oriental muy bello, ahora todo es cemento pero cuando la terminen y la pinten quedará preciosa.

Aquí, a la entrada al Santuario, es cuando hemos empezado con las bendiciones: se acercan las mujeres a que les bendigas, les imponemos las manos haciendo una breve oración y se quedan felices.

En la celebración, por no ser menos que otros días, nos hemos colocado en la parte de los hombres. Al ver que nos miraban tanto hemos caído en la cuenta de que nuestro sitio era a la derecha, así que piti, piti, a pata pelada, nos hemos cambiado de sitio. Carmen ya se había dado cuenta, las demás no.

La eucaristía  con mucha participación de la gente. En la homilía intercala canciones y vuelven a leer, distintas personas las partes de los textos que quiere comentar  el sacerdote. Ha sido bonito ver rezar al pueblo.

Tras el paseo de regreso a casa.  hemos llegado tarde a la comida,  (se come a las 12,30) Por la tarde hemos estado aprendiendo telugu. Lo necesitamos para la pastoral.

Estamos muy contentas, muy bien cuidadas y queridas, esto son las mieles, lo de la luna de miel. Desde luego como una boda porque no os podéis imaginar lo de la casa nueva, comprar el ajuar...