Celebramos nuestra fiesta de la Virgen del Pilar por segundo
año en India. Esta fiesta fue precedida
los días anteriores por la novena que nuestras hermanas del Secretariado de
Espiritualidad han preparado.
Es una fiesta que solo tiene sentido
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Celebración de la Eucaristía |
en nuestra casa y en
nuestro ambiente, puesto que aquí no existe esta fiesta. María tiene otras
advocaciones, pero no la del Pilar. Este año quisimos celebrarla en la
intimidad y sólo nos acompañaron algunas personas más cercanas. Este día por ser miércoles teníamos la
Eucaristía en nuestra casa , pero el padre no podía venir porque tenía otro
compromiso. Así que pedimos al rector
del seminario de los Heraldos si nos la podía celebrar ,y aquí vino encantado
de poder hacer este servicio y acompañarnos en nuestra fiesta. Como cada día, a las 6,30 de la mañana, pero este día algo diferente, con más solemnidad. Fue una misa
cantada y el padre nos dirigió unas palabras de ánimo en
un claro inglés que perfectamente podíamos seguir. Nos alentó a superar como
María las dificultades que vamos encontrando en el camino y a vivir la misión
con alegría. Nos acompañaron en la celebración tres hermanas , hijas de Santa Ana, que cada miércoles vienen a la
misa a nuestra casa; una hermana de las Cruzadas de la Iglesia (de habla
hispana) con dos de las chicas que tienen en su casa. Este año estrenamos el manto que Ilu bordó con primoroso cuidado y cariño.
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Tras la Eucaristía
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Un momento de desayuno |
Tras la Eucaristía tuvimos un suculento desayuno al estilo
de India, ya que había que atender a nuestras invitadas como ellas lo merecen.
Comimos arroz, carry, chapati y lo que nosotras habitualmente desayunamos cada
día. Disfrutamos un tiempo no muy largo de convivencia, ya que cada una tenía
que ir a sus obligaciones por ser día laboral. Eso sí, en la escuela teníamos
fiesta porque esas dos semanas era fiesta Hindú y los colegios estaban de
holiday. Fue una suerte para nosotras no tener que marchar al trabajo a toda
prisa por la mañana. La comida la tuvimos en la intimidad comunitaria, o sea,
las tres ya que nuestra comunidad se ha visto reducida al marchar Luisa a su
país.
Hablamos por Skype con las hermanas de la Casa General para
felicitarnos mutuamente por nuestra fiesta y tuvimos un día tranquilo. Incluso
pudimos ver un poquillo de la ofrenda floral a la Virgen del Pilar en Zaragoza
a través de la televisión.
Por la noche nos acompañaron en la cena el rector, que no
había podido quedarse a la mañana, y el Delegado de la familia de nuestra
diócesis. Compartimos con ellos animada charla y alguno de los alimentos
españoles que vamos guardando para fechas señaladas. Fue un día tranquilo y
significativo para nosotras.